Aug 1, 2007

Poema de los dones

Borges escribió este poema cuando acababa de perder la vista y recibió el cargo de Director de la Biblioteca Nacional de Argentina (1955, por designación del Gobierno de la Revolución Libertadora). Aquí, Borges hace mención al más ilustre de mis antecesores (en palabras de Borges): Groussac, porque, como sabrán (yo no lo sabía), Groussac fue ciego también, y también fue director de una Biblioteca. Bueno, ahí les dejo el Poema de los dones.


Nadie rebaje a lágrima o reproche
esta declaración de la maestría
de Dios, que con magnífica ironía
me dio a la vez los libros y la noche.

De esta ciudad de libros hizo dueños
a unos ojos sin luz, que sólo pueden
leer en las bibliotecas de los sueños
los insensatos párrafos que ceden

las albas a su afán. En vano el día
les prodiga sus libros infinitos,
arduos como los arduos manuscritos
que perecieron en Alejandría.

De hambre y de sed (narra una historia griega)
muere un rey entre fuentes y jardines;
yo fatigo sin rumbo los confines
de esta alta y honda biblioteca ciega.

Enciclopedias, atlas, el Oriente
y el Occidente, siglos, dinastías,
símbolos, cosmos y cosmogonías
brindan los muros, pero inútilmente.

Lento en mi sombra, la penumbra hueca
exploro con el báculo indeciso,
yo, que me figuraba el Paraíso
bajo la especie de una biblioteca.

Algo, que ciertamente no se nombra
con la palabra azar, rige estas cosas;
otro ya recibió en otras borrosas
tardes los muchos libros y la sombra.

Al errar por las lentas galerías
suelo sentir con vago horror sagrado
que soy el otro, el muerto, que habrá dado
los mismos pasos en los mismos días.

¿Cuál de los dos escribe este poema
de un yo plural y de una sola sombra?
¿Qué importa la palabra que me nombra
si es indiviso y uno el anatema?

Groussac o Borges, miro este querido
mundo que se deforma y que se apaga
en una pálida ceniza vaga
que se parece al sueño y al olvido.

7 comments:

Anonymous said...

Tas cagon guey, borges no se merece esa presentación. Informate algo primero antes de escribir semejante huevada.

Anonymous said...

Que se infrome priemro el anonimo de las 9:22. Lo descrito en el post es lo que Borges dijo de su propia boca.
Saludos.

INMA VALDIVIA said...

La vida es tan caprichosa... cuando necesitaos algo nos lo niega y cuando no podemos usarlo nos lo concede.
¡vamos! que siempre nos deja con la miel en los labios... ¡Y qué bien lo apostilla Borges!
Saludos Jhors

Anonymous said...

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Saludos.

Anonymous said...

Borges sacó un CD con sus poemas recitados, entre ellos el que Jorsh ha posteado. En ese audio, Borges señala el orirgen de su poema de los dones. El tio anonimo de las 9:22 esta en otras.

Anonymous said...

El relato del origen del poema es correcto aunque impreciso, quiero decir no es que Paul Groussac fue también director de "una" biblioteca sino que fue director de la "misma" Biblioteca Nacional, la antigua que quedaba en la calle México desde 1885 a 1929. Fue el director que más tiempo la dirigió y su influencia en el desarrollo y crecimiento fue vital. Es por eso que el poma dice. ..." suelo sentir con vago horror sagrado que soy el otro, el muerto, que habrá dado los mismos pasos en los mismos días... "

Alfredo Chaves said...

la historia es aún más compleja, cito un párrafo del discurso que da J.L. Borges en la UNESCO a raíz de la muerte de Victoria Ocampo y dice asi: ..."Efectivamente , ocupé el sillón de Groussac. Yo dirigí aquella biblioteca y descubrí que se cumplía en mí un hecho que voy a recordar ahora. El hecho es éste: Groussac había sido ciego y había dirigido la biblioteca. A mi me dieron los 900.000 volúmenes de la Biblioteca Nacional y descubrí que estaba ciego, apenas podía descifrar las carátulas y los lomos de los libros. Entónces escribí un poema, pero una vez que escribí esos poemas sobre Dios, que con magnífica ironía me dió a la vez los libros y la noche, descubrí que esa dinastía era triple, ya que José Marmol (también ex- director de la Biblioteca Nacional), el olvidado novelista argentino, que ha fijado para todos los argentinos y quizá para toda América la imagen no se si más fiel pero si la más vívida del tiempo de Rosas, había sido también ciego. De modo que parece algo misterioso, parece que es muy pelgroso ser Director de la Biblioteca, porque corre uno el albur de ser ciego, pero como yo soy el tercero , quizás sea también el último"...